Huertos

Empieza de a poco!
En vez de querer plantarlo todo altiro, es recomendable partir con lo más seguro. Por ejemplo, puedes empezar con cultivos rápidos y de poca plaga, como los cultivos de hoja -como lechuga o espinacas- o de raíz como el rabanito.. Si te va bien con ese primer paso, podemos ir avanzando.

Planta lo que te gusta comer!
Parece obvio, pero de todas formas preferimos decírtelo. Si te gustan los tomates frescos en la ensalada, entonces agrégalos a tu lista y anda probando cómo te funcionan. Nada como comer los alimentos que tú mismo cosechaste. 

Planta lo que se de en tu clima!
Esto es clave porque define qué puedes plantar y cuando. En vez de buscar en Internet, aquí te recomendamos hablar con los expertos: la gente de la feria que vende sus propios productos y conoce los ciclos mejor que nadie.

Dales espacio!
No trates de "aprovechar el espacio": poner las plantas más juntas de lo normal hará que los frutos salgan más pequeños y no se desarrollen bien. Cada planta necesita un espacio vital, tanto en profundidad como en altura, que debe ser respetado para su correcto desarrollo. Asegúrate de que cada planta tenga la profundidad para que se expandan sus raíces, y no compitan unas con otras.

Haz un diario de tu huerto!
En este caso te recomendamos no confiar en tu memoria. Mejor, haz un boceto de tu huerto y marca dónde tienes plantada cada cosa, para el próximo año poder hacer una rotación de cultivos. Agrega también una lista con las plagas que te afectaron, qué tratamientos te funcionaron y cuáles no. 

También es buena idea etiquetar las plantas o semilleros para saber qué es cada cosa; algunas semillas tardan en germinar y ya habrás olvidado lo que es. 

No te olvides de las flores!
Si queremos que nuestras plantas produzcan verduras o frutas tenemos que atraer polinizadores al huerto, como las abejas, los sírfidos, algunas avispas y abejorros; y para eso necesitamos flores. Las margaritas, por ejemplo, se dan bien y son bastante decorativas.